Una guía de lectura imprescindible:
Las cien mejores novelas de ciencia ficción
del siglo XX

Portada del libroTradicionalmente, la ciencia ficción española se ha movido en el terreno de la precariedad, sometida a la indiferencia, cuando no a la sospecha, de los círculos culturales oficiales, limitada por el amateurismo y una base comercial invisible para el gran público, y con unos resultados creativos que en muy raras ocasiones han sobrepasado el ámbito de los incondicionales del género. Tampoco en el terreno de la crítica las cosas han sido muy diferentes, pues aunque existe una cierta cantidad de estudios y análisis, éstos no han llegado a constituir una tradición crítica tan consistente como la que se ha producido en otros géneros y otras literaturas1.

No obstante, en los últimos años parece que la ficción científica hispana da señales de mayor brío. Abundan las colecciones de narrativa de ciencia ficción (aunque con el inevitable predominio de las traducciones a partir de originales de procedencia anglosajona), se editan revistas, fanzines y publicaciones de variado pelaje, algunos premios se afirman prestigiosos y crecen como los hongos tras la lluvia los sitios web dedicados a la promoción del género. Y, lo más importante a mi entender: aparecen claras señales de que el proceso de reflexión y análisis, siempre imprescindible para la consolidación y dignificación de cualquier actividad artística, se afianza y amplía su radio de influencia2.

El libro que voy a comentar a continuación3, escrito por un grupo de nueve jóvenes especialistas españoles —el mayor apenas si alcanza la cuarentena— es un signo elocuente de estos indicios de renovación a los que me acabo de referir. Es cierto que la propuesta presentada por el equipo coordinado por Julián Díez no resulta demasiado diferente de las de otras relativamente cercanas en el tiempo (las ya citadas de Pringle o Barceló, por ejemplo), pero también que el libro es, en sí mismo, digno de aplauso y reconocimiento por su propósito, alcance y ambición, y que las novedades que presenta con respecto a los ya citados son muy dignas de tener en cuenta.

Los criterios de selección definidos en el prólogo de Julián Díez destacan por su sensatez y por su utilidad para el aficionado y aun para el experto. Aunque algún purista con dominio del inglés podría presentar objeciones, no caben reparos de entidad a la decisión de incluir sólo “obras traducidas”, de limitar a un máximo de tres por autor el número de obras escogidas o de agrupar en una sola entrada las novelas pertenecientes a una serie (ver pp. 7 y 8). Todavía es más digno de elogio, por su carácter práctico, el hecho de que el equipo de reseñistas se haya empleado a fondo —yo no había visto nunca semejante cosa— en la tarea de documentar el estado del mercado editorial, para lo cual facilitan con la reseña de cada obra una completa ficha bibliográfica que no sólo aporta los datos de rigor, sino también las previsiones de nuevas ediciones de obras agotadas y las posibilidades de que el aficionado consiga en el mercado de segunda mano obras descatalogadas.

El presente volumen supera el habitual marco de la narrativa de género, casi siempre de procedencia anglosajona, para adentrarse en una consideración más amplia. En efecto, a la irreprochable selección de “las cien mejores novelas de ciencia ficción” (no he echado en falta a ninguno de mis favoritos), hay que añadir no sólo “las 20 mejores antologías de ciencia ficción” (un gran hallazgo, pues frecuentemente se olvida la trascendencia que para la consolidación del género tuvieron el cuento y la novela corta), sino también una sugestiva lista de quince novelas que se corresponden a ese ámbito más bien indefinido del slipstream4, en el cual figuran muchas obras imprescindibles —clásicos como La guerra de las salamandras o El mundo perdido (aunque, en mi opinión, esta última novela se halla más próxima a la narrativa de aventuras que a la ciencia ficción en sentido estricto), narraciones en las que el lirismo se combina con la invención científica, como La invención de Morel, distopías antológicas, como Un mundo feliz, El señor de las moscas, Nosotros o 1984—, pero también apuestas tan arriesgadas como la magnífica y difícil novela que es El cromosoma Calcuta, de Amitav Ghosh.

A todo ello se añade una iniciativa todavía más inusual, como es la de haber incluido una lista de quince muestras de la narrativa de ciencia ficción en castellano, donde encontramos algún ejemplo a mi entender demasiado cogido por los pelos (me refiero sobre todo a la conocidísima Sin noticias de Gurb, de Eduardo Mendoza, sobre cuya dudosa vocación de pertenencia al género volveré luego), obras tan pesadas como Sagrada, de Elia Barceló (que no he conseguido acabar en las dos ocasiones en que lo he intentado), y alguna gratísima sorpresa, cual es Novela de Andrés Choz, la primera muestra del gran talento narrativo de José María Merino, quizás el mejor practicante contemporáneo de la literatura fantástica en lengua castellana.

Más allá de los reparos o matizaciones que se puedan aducir con respecto a las obras seleccionadas, hay que decir que el conjunto resulta absolutamente pertinente desde todos los puntos de vista, sean éstos históricos (las obras se ordenan cronológicamente, lo cual facilita la comprensión de la evolución del género), temáticos, estilísticos o de cualquier otro tipo. Y es necesario subrayar que los autores proceden con una probidad intelectual ejemplar, pues no sólo se limitan a emitir en el prólogo una justificación formularia del consenso que ha presidido la selección, sino que conceden al lector la oportunidad de comprobar por sí mismo su idoneidad. Para ello, al final del libro se incluye en apéndice una exhaustiva recopilación de los premios más importantes del género, así como una tabla comparativa que permite valorar “objetivamente” la calidad de las obras a partir de los galardones recibidos y de su inclusión en listas de referencia (ver pp. 359-375).

No falta en el presente volumen un afán reivindicativo y militante, típico del fandom —el prólogo se declara a favor de los “libros a menudo despreciados por la crítica general, demasiado anquilosada a la hora de valorar el género literario del futuro”—, que en mi opinión resulta un tanto chirriante, no sólo porque confunde voluntariamente dimensiones heterogéneas (la del contenido, la del valor estético, la de la pertinencia histórica del género), sino, sobre todo, porque es poco congruente con determinados defectos del libro, de los que me ocuparé más adelante. Pero antes permítaseme volver sobre uno de sus aspectos más sobresalientes, a saber, su completísima documentación: setenta páginas de apéndices que incluyen información sobre los autores reseñados, lista de los principales premios internacionales y tabla comparativa de galardones, glosario sobre el género, bibliografía, índices de novelas y de autores, y breves notas sobre los reseñadores. Y es precisamente por contraste con toda esta valiosa información y con el meritorio propósito que ha guiado su recopilación —la reivindicación del género en el ámbito de nuestra república literaria, desde presupuestos no exclusivamente miméticos de la ciencia ficción anglosajona—, que el lector echa en falta una mejor fundamentación teórica. El brevísimo epígrafe dedicado a dilucidar los rasgos de la ciencia ficción (apenas dos páginas bajo el título de “¿Qué es la CF?”) se limita a una sumaria lista de definiciones, que tal vez puedan bastar al lector habitual, pero que desde luego decepcionan al aficionado competente. No estaría mal que una futura revisión o segunda edición del volumen se planteara añadir media docena de páginas sobre el tema, con alguna aportación más sólida —y si puede ser, desde una perspectiva hispánica del género— que las que aquí figuran.

Quisiera aclarar que mi queja acerca de la falta de fundamento teórico no es sólo ni principalmente un escrúpulo pedante o erudito. Por el contrario, estoy convencido de que si no se parte de una definición adecuada del género, se corre el riesgo de efectuar la selección de sus obras representativas dejando zonas en sombra, que no quedan bien iluminadas por etiquetas como la ya mencionada de slipstream, la cual tiene menos que ver con la teoría literaria que con el afán de conceder a la ciencia ficción una legitimación artística que supuestamente adquiriría por sus aproximaciones o contactos con el canon literario convencional. Otro riesgo quizás menos grave, pero también evidente, es el de incluir en la selección textos que pueden plantear objeciones serias; éste sería el caso, por poner un ejemplo significativo, de Sin noticias de Gurb, una novela cuyos elementos de ficción científica están virtualmente invalidados o inmovilizados por su vocación satírica y humorística, y por la proximidad paródica a una realidad que en absoluto es la propia de un relato de ciencia ficción.

En realidad, creo que tras la casi total ausencia de reflexión teórica y bajo el tono de militancia reivindicativa pueden adivinarse las circunstancias particulares del ámbito del fandom, que puede ser todo lo entusiasta y animoso que se quiera, pero que al mismo tiempo se ve limitado por una condición a menudo demasiado complaciente y por una evidente tendencia a la improvisación. Estos defectos se advierten en bastantes de las reseñas que constituyen el núcleo de este libro, en las que se detecta un llamativo descuido en aspectos significativos de la redacción, la ortografía y la presentación. De hecho, abundan las faltas con las tildes, los errores de puntuación y de tipografía y otros fallos semejantes (véase, por ejemplo, la falta de cursivas en la reseña de Los propios dioses, de Isaac Asimov, en las pp. 133-134). Además, el conjunto de las reseñas revela otros defectos de mayor calado, entre los cuales sobresale su manifiesta irregularidad, la escasa uniformidad de los criterios de análisis y el abuso de determinadas estrategias, como el resumen argumental (que, por ejemplo, en el caso de las colecciones de cuentos, no parece la técnica más adecuada para dar cuenta de ellas), en detrimento de otras técnicas de análisis. Sé por experiencia que la limitación impuesta a sus redactores —en la mayor parte de los casos dos páginas por libro reseñado— no constituye una circunstancia especialmente favorable para su lucimiento, pero también que, sin llegar a los vedetismos de los expertos que sustituyen la observación de la realidad por su propia exhibición (y algo de ello hay, si no recuerdo mal, en el, por otra parte, magnífico libro de Pringle), es posible una mayor finura en los comentarios.

En cualquier caso, no parece muy justo extremar el rigor a la hora de valorar un libro como éste, que hemos de considerar, en cambio, como una iniciativa tan plausible como, de ahora en adelante, imprescindible. Ojalá que los proyectos de La Factoría de Ideas no se queden aquí, y que su catálogo nos ofrezca en los próximos años otras muchas muestras de la fértil labor de este think tank (en traducción libre del nombre de la editorial), tan representativo del panorama actual de la ciencia ficción española. Los aficionados al género, que con excesiva frecuencia sufrimos en silencio la clamorosa soledad de nuestra afición, nos sentiremos a partir de ahora mucho más acompañados con esta guía.

 

Notas

1. Señalo aquí algunos de los títulos más recientes en castellano; en primer lugar, figuran los autores españoles, y a continuación las obras traducidas:

  • BARCELÓ, Miquel, Ciencia ficción. Guía de lectura, Barcelona, Ediciones B (Col. “Nova Ciencia Ficción”, 28), 1990 (la web de la editorial anuncia una reedición para mayo de 2002; en el momento de escribir estas líneas, todavía no tengo conocimiento de que haya aparecido en las librerías).
  • SANTIBÁÑEZ-TIÓ, Nil (ed.), De la luna a mecanópoli. Antología de la ciencia ficción española (1832-1913), Madrid, Sirmio (Col. “Quaderns Cremá Biblioteca Mayor”, 18), 1995.
  • BASSA, Joan y Ramón Freixas, El cine de ciencia ficción. Una aproximación, Barcelona, Ediciones Paidós (Col. “Paidós Estudio”, 101), 1993 (reimpr. 1997).
  • SAIZ CIDONCHA, Carlos y Pedro A. García Bilbao, Viajes de los Aznar, Madrid, Ediciones Silente (Col. “Ciencia-Ficción”, 6), 1997.
  • MORENO LUPIÁÑEZ, Manuel y Jordi José Pont, De King Kong a Einstein. La física en la ciencia ficción, Barcelona, Edicions UPC (Col. “Politext / Física”, 70), 1999.
  • BARCELÓ, Miquel, Paradojas: ciencia en la ciencia-ficción (Col. “Tau”, Madrid, Equipo Sirius, 2000.
  • CANALDA, José Carlos, Luchadores del espacio. Una colección mítica de la C.F. española, Madrid, Pulp Ediciones (Col. “Ensayo”, 1), 2000.
  • CLUTE, John, Ciencia ficción. Enciclopedia ilustrada, Barcelona, Ediciones B, 1996.
  • PRINGLE, David, Ciencia ficción. Las cien mejores novelas. Una selección en lengua inglesa, 1949-1984, Barcelona, Ediciones Minotauro, 1995.
  • ACKERMAN, Forrest J., Ciencia ficción, Colonia, Benedikt Taschen Verlag, 1998.  «

2. Un rápido recuento permite anotar más de una docena de editoriales y entidades que publican regularmente obras de ciencia ficción y literatura fantástica: Albemuth, Asociación Española de Fantasía y Ciencia Ficción, Artifex, Ediciones B, Celeste Ediciones, Equipo Sirius, Espiral Ciencia Ficción, La Factoría de Ideas, Ediciones del Laberinto, Minotauro (recientemente adquirida por Planeta), Pulp Ediciones, Silente, Sulaco Ediciones, Timun Mas, Valdemar. También abundan las revistas y fanzines en papel, como Artifex, Data, Estel, Finis Terrae, Gigamesh, Gotham, Menhir, Nexus, Pulp Magazine, Solaris, Stalker, Vade Retro, y las e-zines o publicaciones que se difunden exclusivamente a través de la web (sobre unas y otras puede encontrarse información exhaustiva y utilísima en e-fandom). Por otra parte, es evidente que el buen momento que vive la ciencia ficción en castellano se debe, entre otros factores, a la existencia de Internet y la world wide web, que han permitido una difusión del género y de sus actividades que, de otro modo, sería imposible. Señalaré a continuación algunas de las webs españolas sobre ciencia ficción más importantes:

  • El Archivo de Nessus: Pedro Jorge Romero desarrolla esta magnífica web, que está especializada en literatura y cine de ciencia ficción (aunque sin abandonar la atención a otros géneros y corrientes), con artículos monográficos, noticias, reseñas, entrevistas, etc. Imprescindible para los amantes del género.
  • Asociación Española de Fantasía y Ciencia Ficción: la sede web de la AEFCF, tiene como objetivo la promoción de ambos géneros en España. Entre otros aspectos interesantes, incluye una página dedicada a las publicaciones de la asociación, entre las que figuran ediciones electrónicas de algunos clásicos españoles del género, de finales del siglo XX y principios del XX. También merece destacarse la amplísima recopilación de enlaces sobre el tema.
  • BBCFF: esta web alberga la BBCFF, o base bibliográfica de ciencia ficción y fantasía, donde es posible encontrar información sobre casi todos los libros de CF publicados en España, mediante diversos parámetros de búsqueda.
  • BEM ciencia ficción: además de ofrecer noticias e información diversa sobre ciencia ficción y literatura fantástica, esta web permite adquirir en CD-ROM la versión digitalizada de la no ha mucho desaparecida revista BEM, una de las publicaciones que más han influido en el desarrollo de la ciencia ficción en español.
  • Bibliópolis: la ciencia ficción y la literatura fantástica son el interés de este portal, en el que se dan cita noticias editoriales, reseñas, documentación y bibliografía sobre ambos géneros, etc. Tanto la presentación como los contenidos, a cargo de prestigiosos especialistas en este ámbito, son magníficos.
  • Canal Ficción: portal específicamente dedicado al terror, la ciencia ficción y la fantasía. No sólo ofrece información (un tanto primaria, diría yo) sobre obras y autores literarios y cinematográficos, sino que también proporciona espacio para que los aficionados a estos géneros pueda publicar sus creaciones.
  • Ciencia-ficción.com: el Sitio de Ciencia Ficción, web coordinada por José Súñer Iglesias, es un lugar imprescindible para los aficionados al género, pues contiene una enorme cantidad de información que se actualiza con gran frecuencia (y todo ello en castellano). No obstante, podría mejorar un poco el diseño, presidido por un tipo de letra muy poco afortunado.
  • Cienciaficcion.net: buscador especializado en el género. De momento, me reservo la opinión sobre su calidad, porque las búsquedas que he efectuado para comprobarlo han arrojado unos resultados absurdos.
  • : Carles García mantiene una web utilísima (y muy bien diseñada), que permite conocer los autores, las colecciones, las revistas, los premios, relatos y demás actividades de la ciencia ficción española. No sólo atiende a la actualidad más reciente, sino que incluye información sobre colecciones y revistas desaparecidas, que permite rastrear la evolución histórica del género en España.
  • Cyberdark: web dedicada a la ciencia ficción y a la fantasía épica, con un diseño muy en la línea “tecno”, que contiene una enorme cantidad de —reseñas, artículos, entrevistas, relatos, novedades—, muy bien organizada y presentada.
  • Dragonlibros: “la primera librería especializada en literatura fantástica publicada en castellano en la Red” incluye secciones donde se pasa revista a las actuales colecciones y revistas de CF. Muy útil para el aficionado al género.
  • EPC Sci-Fi Database: a pesar de su nombre, se trata de una base de datos bibliográfica, en castellano, sobre ciencia ficción, que contiene reseñas sobre más de 570 libros.
  • Gigamesh: además de servir como escaparate de la librería barcelonesa, que edita las revistas Gigamesh y Stalker, esta magnífica web destaca por su cuidada elaboración y por la valiosa información que proporciona, ya que algunos contenidos de las citadas revistas son accesibles online.
  • Nebula: el anillo o webring Nébula, de páginas de fantasía y ciencia ficción en castellano. Por su amplitud y variedad de contenidos constituye una cita ineludible para los aficionados al género. La sección de libros contiene una enorme colección de reseñas de obras de ciencia ficción.
  • Quinta Dimensión: revista virtual de fantasía, terror y ciencia ficción, con noticias, artículos, reseñas, foros de discusión, zona interactiva, etc. Trata contenidos relacionados con la literatura, pero también el cine, la televisión, el cómic, etc. También proporciona acceso a Caronte, un buscador español especializado en fantasía, terror y ciencia ficción.
  • Stardust: definido como “un sitio dedicado al fantástico y la ciencia ficción”, ofrece noticias, reseñas y las secciones habituales en esta clase de webs.
  • Tertulia Madrileña de Literatura Fantástica: la TERMA es una de las asociaciones españolas más veteranas en la difusión de este género; a ella pertenecen algunos de los reseñistas de Las cien mejores novelas de ciencia ficción del siglo XX.
  • Términus Trántor : esta completísima web da acceso a una gigantesca base de datos cuya enciclopédica información la convierte en una obra de referencia para todo lo que tiene que ver con la ciencia ficción, y no sólo en España.
  • Tumba abierta: cine, literatura de terror y ciencia ficción en una web que se caracteriza por un cuidadísimo diseño, con elegantes toques macabros. Aunque los contenidos literarios no constituyen el principal interés de la web, el aficionado al género encontrará aquí motivos más que suficientes para una detenida visita. 

El cada vez mayor interés del público español por la literatura y el cine de ciencia ficción no es un fenómeno ajeno a otras tendencias culturales, entre las cuales hay que destacar el auge que en los últimos años han experimentado en nuestra lengua los estudios académicos sobre literatura fantástica (destaquemos aquí, a título de ejemplo, el importantísimo proyecto de investigación literaria que en torno a los profesores Antonio Risco e Ignacio Soldevilla se desarrolló en la Universidad Laval de Quebec, o la reciente y ambiciosa revisión teórica que ha propuesto David Roas en Teorías de lo fantástico, Madrid, Arco-Libros (Col. “Bibliotheca Philologica”), 2001). Hay, por otra parte, algunos síntomas incipientes de la existencia de un mercado cinematográfico español basado en la producción autóctona y no en la mera distribución de productos norteamericanos, como demuestra el estreno de Stranded (Náufragos), un intento “serio” de largometraje de ciencia ficción, con guión de Juan Miguel Aguilera, uno de los mejores cultivadores españoles del género, y producción genuinamente nacional. En cualquier caso, todavía parece que las instituciones académicas españolas son remisas a la aceptación de la ciencia ficción como parte del canon literario; las iniciativas más interesantes de estos últimos años —me refiero a la labor de divulgación y crítica que llevan a cabo Miquel Barceló, Manuel Moreno y Jordi José Pont, de la Universidad Politécnica de Cataluña, con sus libros ya citados, a premios tan prestigiosos como el Premio UPC de novela corta, o a apariciones del género en medios prestigiosos, como la columna semanal de los dos últimos profesores en el suplemento Ciber@país no procede del ámbito de la filología o de la crítica literaria , sino de las ciencia y la tecnología. «

3. A.A.V.V., Las 100 mejores novelas de ciencia ficción del siglo XX, Madrid, La Factoría de Ideas (Col. “Solaris Ficción”, 19), 2001, 392 páginas. El libro, que se presenta en la cubierta como “la guía definitiva del género”, ha sido editado por Juan Carlos Poujade y coordinado por Julián Diez. Firman las reseñas de las novelas Alberto Cairo, José Miguel Pallarés, Luis G. Prado, Antonio Rivas, Eugenio Sánchez Arrate y Juan Manuel Santiago. «

4. El término slipstream designa “historias que hacen uso de los mecanismos de la ciencia ficción pero que no pertenecen al género de la ciencia ficción” (CLUTE, John and Peter Nicholls (eds.), The Encyclopedia of Science Fiction, New York, St. Martin's Griffin, 1995, p. 116, la traducción es mía). «

 

Post Scriptum

Portada del libroParece ser que la tendencia positiva que diagnostiqué en esta reseña no es flor de un día, pues la confirman dos libros importantes, que han llegado a las librerías poco tiempo después que el de la Factoría de Ideas. En primer lugar, La ciencia ficción española (Madrid, Ediciones Robel, noviembre de 2002), un volumen colectivo que se propone trazar un panorama de la literatura popular de ciencia ficción publicada en España desde finales del siglo XIX. Aunque el libro resulta un tanto irregular (además, a alguno de sus colaboradores se le escapa de vez en cuando un gazapo), hay que poner de relieve que tanto por la información suministrada como por la presencia de un exhaustivo catálogo de colecciones y por el valiosísimo repertorio gráfico al que ya nos tienen acostumbrados otros libros anteriores de la editorial (me refiero a las ilustraciones en color de las portadas de las novelas) se hace imprescindible para el aficionado al género y aun para el historiador de la literatura.

Portada del libroEl segundo libro al que me he referido es una muy valiosa Antología de la ciencia ficción española 1982-2002 (Barcelona, Minotauro, col. “Kronos”, febrero de 2003), al cuidado de un especialista tan reputado como Julián Díez (ya hemos dicho que es uno de los redactores de Las 100 mejores novelas de ciencia ficción del siglo XX). Poco hay que objetar a la selección de autores y obras que ha realizado Díez, responsable de un atinado prólogo y de la bibliografía de referencia con que se cierra el volumen (los interesados en conocer más detalles sobre la antología pueden leer la excelente reseña de Pablo Herranz en Bibliópolis). Qué mejor libro que éste para orientar la nueva época de la editorial Minotauro (desde hace algún tiempo en manos de Planeta), durante muchos años buque insignia de la ciencia ficción española e hispanoamericana, a cuyo desarrollo ha venido contribuyendo con un catálogo editorial tan indiscutible como selecto.


Eduardo-Martín Larequi García

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Última actualización de la página: 6-12-2005

 

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